Seis propuestas inspiradoras sobre cómo las organizaciones
culturales están cambiando para convertirse en espacios abiertos,
diversos e integradores.
Lucia Calvo
9 de julio de 2024
Desde sus inicios, el congreso Museum Next se ha preguntado sobre el
futuro de los centros culturales. En su última edición en Londres,
los debates más importantes han girado alrededor del papel y la
responsabilidad de los museos a la hora de incorporar múltiples
voces y comunidades en su actividad.
Museum Next es uno de los fórums profesionales donde poder captar cuáles son los intereses, los retos y algunos de los proyectos estrella en los que están trabajando los museos y espacios culturales de todo el mundo. En 2024, y después de cinco años de parón de los encuentros presenciales, Museum Next Live se celebró en Londres del 10 al 13 de junio. El acontecimiento funciona como un buen termómetro del estado anímico de los museos y de los equipos que allí trabajan. Y este año, si tuviéramos que medir la temperatura de la euforia digital y tecnológica que ha dominado las tendencias museísticas en los últimos tiempos, podríamos asegurar que nos encontramos fríos, bajo cero. De las tres jornadas de Museum Next Live Londres, solo una se dedicó a proyectos y estrategias digitales, mientras que el segundo y tercer día dominaron las presentaciones y las conversaciones sobre las múltiples y ricas experiencias educativas, de mediación y de trabajo con públicos que están impulsando las organizaciones culturales. En pocas palabras, se habló muy poco de TikTok, algo de inteligencia artificial y muchísimo de cómo transformar las instituciones culturales en espacios más abiertos, diversos e integradores.
El discurso general que planeó el evento fue la defensa del museo sostenible, ético y accesible, inclusivo con las personas, las comunidades y el vecindario. Un museo donde la participación del público vaya más allá de compartir fotos bonitas en Instagram y que despliegue programas educativos y de mediación que incorporen a personas históricamente excluidas de los grandes relatos y equipamientos culturales.
Resulta difícil resumir un evento de tres días con cerca de cuatrocientos asistentes de más de cien organizaciones culturales y con un programa de cincuenta actividades —entre talleres, visitas culturales y presentaciones— que tuvieron lugar en ocho sedes. Aun así, compartimos un breve listado de los museos, las personas, las experiencias y las ideas más inspiradoras de Museum Next 2024.
El Young Victoria&Albert Museum, o cuando los niños deciden cómo es
el museo de sus sueños
Si hay una joya de la corona entre el riquísimo ecosistema de museos
londinenses es el renovado Young V&A. Ubicado en un precioso
edificio victoriano en el multiétnico distrito de Bethnal Green, el
museo (que reabrió sus puertas en el verano de 2023) fue pensado y
diseñado por niños y niñas de escuelas del barrio tras un proceso de
cocreación con expertos y con el equipo educativo del V&Albert.
Helen Charman, responsable de esta transformación y Director of
Learning & National Programmes, nos guio por las diferentes galerías
y espacios de juego, fantasía y aprendizaje del museo, que muestra
alrededor de dos mil piezas de la colección del Victoria&Albert
desde la sorprendente mirada de los pequeños. Poquísimas pantallas y
muchos espacios acogedores de diseño precioso, un museo ejemplar que
está pensado para despertar la curiosidad y el ingenio de personas
de tres a catorce años, pero que es imposible que no enamore a todo
el mundo. Podéis leer más sobre cómo se hizo el museo aquí.
The Migration Museum of London, el museo que nació (y creció) dentro
de un centro comercial
¿Os imagináis un museo dentro de un centro comercial? Ruido,
productos por todas partes y multitudes comprando a toda velocidad.
Con este panorama hostil, en el año 2020 se abrió el Migration
Museum de Londres dentro del centro comercial de Lewisham. Las
exposiciones y las actividades se llevaban a cabo entre tiendas de
zapatillas de deporte y Starbucks. La experiencia, después de cuatro
años de funcionamiento y según la directora artística Aditi Anand,
no puede haber sido más provechosa y enriquecedora. Con más de siete
mil visitantes mensuales, el Migration Museum dentro del centro
comercial de Lewisham. Las exposiciones y las actividades se
llevaban a cabo entre tiendas de zapatillas de deporte y Starbucks.
La experiencia, después de cuatro años de funcionamiento y según la
directora artística Aditi Anand, no puede haber sido más provechosa
y enriquecedora. Con más de siete mil visitantes mensuales, el
Migration Museum ha tenido un impacto y generado experiencias
culturales relevantes entre el vecindario y los habituales del
centro comercial. ¿Qué ha pasado? Pues que el museo se ha instalado
donde la gente ya estaba y, si tuviéramos que escoger un espacio
popular donde encontrar movimiento, variedad y diversidad de
personas, tal vez optaríamos por un centro comercial. Match perfecto
para un museo que, tras haber realizado un esfuerzo inmenso para
adaptarse a un entorno peculiar, ha encontrado por fin una ubicación
definitiva y a partir de 2026 deberá volver a reinventarse dentro de
un edificio de estudiantes.
Tener una estrategia digital en tu museo no es tan… difícil
People don’t hate change. People hate change when they don’t have
agency.
— Nick Hodder
Nick Hodder es Assistant Director of Digital Transformation de los
Imperial War Museums, una red de museos históricos dedicados a la
guerra con cinco sedes por toda Gran Bretaña. En Museum Next habló
de cómo hacer realidad una estrategia digital (sin morir en el
intento). Lo que suele ocurrir cuando organizaciones culturales
grandes y con gran cantidad de recursos explican cómo se organizan
digitalmente es que algunos de los asistentes en la sala suspiran y
piensan, con resignación: Sí, muy bien, quizás algún día pasará eso
en mi (pequeño y desorganizado) museo. Sin embargo, Hodder aportó
ideas y consejos sensatos y extensibles a cualquier museo. El
primero y más importante: es imposible realizar ningún cambio
estratégico en un museo si las personas que son responsables carecen
de agencia, capacidad de acción y de toma de decisiones. Dicho de
otra forma, dejad de redactar informes y planes de futuro si no
tenéis todo el apoyo interno para ejecutarlos. Otros consejos
interesantes y de sentido común: no os dejéis deslumbrar por la
velocidad de las innovaciones tecnológicas y centrad las estrategias
digitales en el público a quien van dirigidas, estad preparados para
equivocaros y para adaptaros constantemente, conoced bien la cultura
organizativa interna para no generar demasiadas expectativas y
plantead estrategias realistas y adaptadas a los recursos de vuestra
organización. Factores como la creatividad o la confianza con los
equipos internos son, para Hodder, más relevantes que ambicionar
planes de futuro muy exigentes.Necesitamos estrategias de
adaptabilidad y no digitales, concluyó.
Curadoría dinámica o cómo capacitar al público para intervenir en
una exposición
Enriquecer los programas y los contenidos culturales incorporando el
conocimiento y la experticia de las personas que visitan el museo o
participan en sus actividades es algo deseable pero ¿hasta dónde
están dispuestas las instituciones culturales a abrirse a la
participación externa y perder el control de su discurso?
Verónica
Reyes Carrillo es mediadora cultural y responsable de Diversidad e
Inclusión en el Museum for Communication de Berna (Suiza), y,
juntamente con el comisario Ulrich Schenk, hablaron de curadoría
dinámica, una práctica que han aplicado a algunas de las
exposiciones y que consiste en crear dinámicas de mediación dentro
de las salas para que los visitantes puedan dar su opinión, poner en
cuestión y/o modificar el discurso expositivo. Un ejemplo es la
iniciativa Words Matter, que invita a las personas que visitan una
exposición a señalar con pegatinas textos que consideran que
contienen palabras ofensivas o frases inapropiadas. El equipo de
mediación del Museum for Communication trabaja para recibir,
escuchar, validar, incorporar y visibilizar otros discursos.
Entender que los museos son espacios vivos, permeables a la crítica
y a miradas más diversas es una de las razones de ser de la
mediación cultural, tal y como lo entiende Verónica Reyes. Comenzar
a tratar a las personas que visitan los museos como game-changers es
el camino.
Proyectos educativos y de mediación: ¿es posible crear vínculos
largos y duraderos con comunidades diversas?
Sonia Mutaganza y Fouzia Sadala son dos jóvenes afrodescendientes
que trabajan en el museo de la fotografía de Amberes (Bélgica), el
FOMU, en la producción y la curadoría de actividades. Hace muy poco
años acudían al FOMU como participantes de sus programas públicos
hasta que el museo las contrató. Entrar a formar parte de la
plantilla de un equipo cultural es, según ellas, fundamental para
crear museos realmente más inclusivos. Ahora lideran proyectos
dentro de la organización, como las Community Dinners, cenas en las
que explican la programación futura del FOMU a entidades y
asociaciones que forman parte del tejido asociativo y artístico de
la ciudad, o el NightWatch, un programa de residencias artísticas
que atrae a jóvenes de entre 16 y 26 años para que desarrollen
proyectos propios. Dejar de tratar a las personas como simples
números, estar abierto a la crítica y trabajar relaciones de
confianza a largo plazo con las comunidades de usuarios son algunas
de las claves para construir museos más abiertos y diversos. Hay que
dar oportunidades a los jóvenes y tratarlos de igual a igual, como a
colegas, expertos y críticos, explicaron. La burocracia y tener unas
expectativas muy altas ante un proyecto son algunas de las trabas
con las que se encuentran. Su caso es un ejemplo inspirador de que
es posible romper las paredes del museo para integrar a personas
brillantes y críticas.
¿Cómo asentar los discursos queer y decoloniales en la práctica
cultural?
Dos nombres de personas expertas a tener muy en cuenta: Dina Jezdic
y Margaret Middleton. Ambas participaron en Museum Next en
presentaciones diferentes pero que tenían en común un punto
fundamental: los museos del futuro son aquellos dispuestos a cambiar
y a integrar de forma coherente y cuidadosa las prácticas artísticas
y los discursos queer y decoloniales. Dina Jezdic es comisaria
independiente, programadora y experta en arte feminista,
antirracista e indígena. En Londres habló de prácticas curatoriales
decoloniales en museos, tema sobre el que ha basado su tesis
doctoral.
Margaret Middleton es diseñadora de exposiciones y ha
escrito numerosos artículos y publicaciones sobre cómo conseguir una
inclusión efectiva de las comunidades LGBTQ en la programación y en
los contenidos de las exposiciones. En su web podréis encontrar
artículos especializados y recursos realmente útiles.
Conclusión general
Los museos serán sociales o no serán. Serán museos del futuro los
que sepan convertirse en espacios maleables, poco rígidos y
preparados para el cambio permanente. Con más o menos recursos
tecnológicos, los museos relevantes sean grandes o pequeños serán
aquellos que consigan tener una identidad propia y genuina, espacios
preparados para integrar múltiples voces a sus colecciones y
actividades y con facilidad y habilidad para hacer llegar a la gente
historias potentes y significativas.